Cuatro
“conquistadores” fieles
G. M. Víctor A. Jofré Araya
Capellán - Club de Conquistadores "Lutero Warren"
Iglesia Adventista Central de Copiapó - Chile
Capellán - Club de Conquistadores "Lutero Warren"
Iglesia Adventista Central de Copiapó - Chile
Texto clave: Marcos 2: 1 – 12 (cf. Mateo 9: 1 – 8; Lucas 5: 17 – 26)
Introducción.
1. Hoy estamos
celebrando el Día del Conquistador (explicar en qué consiste y qué actividades
se realizan).
2. Se espera de
cada conquistador que sea fiel.
3. ¿Cuáles creen
Uds. que sean algunas cualidades de un fiel conquistador? (escuchar opiniones)
4. Por diversas que
sean nuestras opiniones al respecto, la realidad es que estas “cualidades” se
encuentran contenidas en la Ley del Conquistador (repetir de memoria, leer,
mostrar, proyectar, pedir que alguien las diga de memoria, etc.).
5. “La Ley del
Conquistador, con sus ocho partes, es una afirmación de los blancos cristianos
que queremos que rijan nuestras vidas” (D. A. Delafield, Por la gracia de Dios, p. 61).
6. Hoy, veremos en
la experiencia de cuatro personas cómo podemos poner en práctica la Ley del
Conquistador y de esa manera llegar a ser fieles conquistadores.
Desarrollo.
1. Leamos Marcos 2:
1 – 12.
2. La historia nos
cuenta de vinieron a Jesús “unos trayendo un paralítico, que era cargado por
cuatro” (Marcos 2: 3). Los “unos” eran seguramente líderes del pueblo o
ancianos, personas respetadas por la comunidad, que habían solicitado, junto
con el paralítico, a “cuatro” amigos del paralítico que le cargaran para
llevarlo a ver a Jesús.
3. Estos cuatro
amigos nos van a enseñar cómo ser fieles conquistadores llevando a la práctica
la Ley del Conquistador. Comencemos:
1ro. Observar la Devoción
Matutina.
a.
Leamos
Marcos 2: 2 y Lucas 5: 17.
b.
Según
estos textos, Jesús estaba en Capernaum en la casa de Pedro enseñando (Lucas 5:
17) y predicando la palabra (Marcos 2: 2).
c.
Los
cuatro amigos estaban entre los que habían oído que Jesús estaba en la cuidad (Marcos
2: 1) y su primera intención fue de ir a escuchar las palabras y las enseñanzas
de Jesús.
d.
Desde
temprano se dispusieron para ir a aprender de Jesús. Querían aprender de él e
hicieron todo lo posible y necesario para ir a la presencia del Maestro. No
hubo obstáculos que les impidieran escuchar las enseñanzas del Hijo de Dios.
e.
Así
también todo fiel conquistador debe buscar a Jesús desde temprano a través de
la Devoción Matutina.
f.
Abraham
Lincoln se refirió a las Escrituras: “Es el mejor don que Dios concedió jamás a
los hombres”.
g.
La
Devoción Matutina consiste en apartar un momento del día (ojalá en las primeras
horas de la mañana) para orar, estudiar y meditar en la Palabra de Dios. Puede
ser a través de la lectura del capítulo de Reavivados por su Palabra, de la
Matutina, de la lección de la Escuela Sabática, de algún capítulo seleccionado
del espíritu de profecía o de otra lectura denominacional.
h.
Leyendo
las Escrituras nos damos cuenta que todos los verdaderos seguidores de Dios, es
decir, todos los verdaderos “fieles conquistadores” fueron siempre observadores
de la devoción matutina.
i.
El
Señor por medio de las Escrituras nos exhorta: “Nunca dejes de leer el libro de
la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito
en todo lo que hagas” (Josué 1:8, Traducción en Lenguaje Actual).
j.
Y
también: “¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a
tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche”
(Salmo 92: 1, 2, Nueva Versión Internacional).
k.
También
el espíritu de profecía nos señala: “Debe leerse
la Biblia cada día. Una vida de religión, de devoción a Dios, es el mejor
escudo para los jóvenes que están expuestos a las tentaciones […] El estudio
diario de las preciosas palabras de vida halladas en la Biblia fortalece el
intelecto y nos permiten conocer las obras grandiosas y gloriosas de Dios en la
naturaleza” (Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, tomo 3, pp.
217 y 413).
l.
Sin
duda estos cuatro amigos cumplieron la primera ley del conquistador. Pero
también cumplieron las demás. Sigamos.
2do. Cumplir fielmente con la
parte que me corresponde.
a.
Leamos
Marcos 2: 3, 4 y Lucas 5: 18, 19.
b.
La
misión de los cuatro amigos fue cargar la camilla del paralítico para llevarlo a
la presencia de Jesús.
c.
Cuando
los líderes del pueblo y el mismo paralítico le pidieron a estos cuatro jóvenes
que cargaran a su amigo, ellos lo hicieron sin cuestionamientos.
d.
Además
estuvieron dispuestos a todo para cumplir con fidelidad la tarea encomendada.
Le llevaron a la casa, intentaron entrar, le subieron al techo (por una
escalinata exterior), hicieron una abertura, hasta que finalmente “le bajaron
con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús” (Lucas 5: 17).
e.
En
su afán de cumplir fielmente con la parte que les tocaba, sin dudas buscaron
las mejores cuerdas e hicieron los mejores nudos y amarras, usando todo su
vigor físico, para lograr su objetivo. Pusieron a disposición sus dones en la
realización de la tarea encomendada.
f.
El
anciano Pablo le aconsejó a su joven discípulo Timoteo: “Que nadie te
menosprecie por ser joven” (1 Timoteo 4: 12, Nueva Versión Internacional). Ser
niño o ser un joven inexperto en algunas cosas no es excusa para hacer las
cosas bien. No importa la edad ni la experiencia, todo lo que un conquistador
haga debe hacerlo con fidelidad.
g.
Elena
G. de White escribió: “La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se
vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en los más íntimo de
sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde;
hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres
que se mantengan de para de la justicia, aunque se desplomen los cielos” (Elena
G. de White, La Educación, p. 54).
h.
“Nuestra
oración cotidiana debería ser: ‘Señor, ayúdame a hacer lo mejor que pueda.
Enséñame a hacer mejor mi trabajo. Dame energía y alegría. Ayúdame a compartir
en mi servicio el amante ministerio del Salvador’” (Elena G. de White, El ministerio de curación, p. 376).
i.
Cuando
el almirante Nelson dispuso sus navíos en la batalla de Trafalgar, animó a sus
soldados, diciéndoles: “¡Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber!” Inspirados
por estas palabras, los marinos británicos combatieron valerosamente contra el
enemigo y salieron victoriosos.
j.
Estos
cuatro “conquistadores” fieles, así como los soldados británicos, cumplieron la
segunda ley.
3ro. Cuidar mi cuerpo.
a.
Leamos
Lucas 5: 17.
b.
El
texto dice que ese día en la casa de Pedro en Capernaum la gente buscó a Jesús
porque “el poder del Señor estaba con él para sanar”.
c.
Los
cuatro amigos estaban preocupados por la salud de su amigo. Sabían que Jesús
podía sanar su cuerpo y su espíritu.
d.
Todo
conquistador fiel debe cuidar su cuerpo como templo del Espíritu Santo y pedir
ayuda al Cielo para restaurar la salud física, emocional y espiritual. El
apóstol Juan lo dice en 3 Juan 2 (leer).
e.
Gracias
a sus amigos y al poder del Señor, “el paralítico encontró en Cristo curación
para su alma y para su cuerpo. Antes de poder la enfermedad física, Cristo
tenía que infundir alivio al espíritu y limpiar el alma de pecado” (Elena G. de
White, El Ministerio de Curación, p.
52).
f.
Lamentablemente,
el paralítico estaba lisiado debido a su vida desordenada. Pero el Señor estuvo
dispuesto a perdonar sus pecados y también restaurar su salud. De no ser por
sus amigos, el pobre paralítico no hubiese podido obtener la sanidad del cuerpo
y del alma.
g.
Esta
ley también fue cumplida por estos “conquistadores” fieles.
4to. Tener una conciencia limpia.
a.
Leamos
Marcos 2: 5; Mateo 9: 2 y Lucas 5: 20.
b.
Los
tres evangelistas coinciden en que Jesús sanó al paralítico al “ver la fe” de
sus amigos. Pero no solo la de ellos, sino también la de los líderes del pueblo
y la fe del paralitico también.
c.
La
fe es certeza y seguridad de que las promesas del Señor se cumplirán. La fe se
obtiene de conocer al Salvador y de estar en paz con él.
d.
Ellos
llegaron a la presencia del Maestro con libre conciencia, con su “conciencia
limpia”; libres de sentimientos de culpa y de remordimiento. La fe en Cristo
les había liberado de malos sentimientos y pensamientos y ahora podían ver a
Jesús con una mirada franca.
e.
Estos
cuatro “conquistadores” deseaban que su amigo tuviera esa misma calma en su
alma.
f.
Dice
el espíritu de profecía: “El Salvador miró el rostro entristecido, y vio los
ojos suplicantes que se clavaban en él. Comprendía el caso; había atraído a sí
este espíritu perplejo y combatido por la duda. Mientras el paralítico estaba
todavía en su casa, el Salvador había convencido su conciencia. Cuando se
arrepintió de sus pecados y creyó en el poder de Jesús para sanarle, la
misericordia vivificadora del Salvador había bendecido primero su corazón
anhelante” (Elena G. de White, El Deseado
de todas las gentes, p. 233, 234).
g.
El
apóstol Pablo indica en Hechos 24: 16 que procuraba conservar siempre limpia su
conciencia delante de Dios y de los hombres. Los fieles conquistadores deberían
tener el mismo deseo delante de sus líderes, de sus compañeros de Unidad y
delante del Señor Jesús.
h.
En
este sentido, nuevamente, los cuatro amigos fueron fieles en cumplir la ley del
conquistador.
5to. Ser cortés y obediente.
a.
“La
cortesía es la embajadora de un corazón lleno de amor que sale en busca de
amigos” (D. A. Delafield, Por la gracia
de Dios, p. 136).
b.
Ser
cortés implica ser una persona atenta y afable. La cortesía es un acto que se
demuestra en atención y amabilidad. Es un comportamiento de solidaridad y respeto
de un individuo hacia el otro.
c.
Una
persona cortés cumple con la Regla de Oro: “Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos” (Mateo 7: 12, Versión Reina-Valera 1960).
d.
Aquí no hay mucha discusión. Los cuatro amigos fueron
atentos, amables, solidarios y respetuosos con su amigo enfermo. Empatizaron
con su situación desesperada y le prestaron toda la ayuda que el paralítico
necesitaba en su búsqueda de sanidad.
e.
El
espíritu de profecía afirma que la cortesía y la delicadeza pueden ganar almas
para Cristo: “Si nos humilláramos delante de Dios y fuéramos bondadosos,
corteses, compasivos y tiernos de corazón, habría cien conversiones donde ahora
hay una” (Elena G. de White, Testimonios
para la iglesia, t. 9, p. 189).
f.
La cortesía es sinónimo de respeto y amabilidad. De igual
forma, los cuatro amigos del paralítico fueron obedientes. Obedecieron a sus
líderes que le indicaron cargar el cuerpo de su amigo hasta llevarlo a la
presencia del Salvador. También fueron obedientes con su amigo. El espíritu de
profecía indica que el paralítico “rogó a sus
amigos que le llevasen en su camilla hasta Jesús, y con gusto ellos intentaron
hacerlo”. De igual manera, “por su indicación [del paralítico], sus
amigos le llevaron al techo de la casa, y abriendo un boquete en el techo, le
bajaron a los pies de Jesús” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 232).
g.
Siendo corteses y obedientes con su amigo, los cuatro “conquistadores”
fieles también cumplieron la ley del conquistador.
6to. Andar con reverencia en la
casa de Dios.
a.
Leamos
Lucas 5: 18, 19.
b.
Siempre
será un privilegio para todo conquistador estar en la casa de Dios.
c.
El
salmista se alegraba con aquellos que decían “a la casa de Jehová iremos”
(Salmos 122: 1).
d.
Los
cuatro “conquistadores” fieles consideraban un gran honor, un privilegio, estar
en la presencia del Salvador. Deseaban estar con su Maestro y llevar a su amigo
“delante de Jesús” (Lucas 5: 19).
e.
Allí
donde esté el Señor será un lugar sagrado (cf.
Éxodo 3: 1-5; Josué 5: 13-15) y allí donde estén dos o tres congregados en su
nombre, el Señor promete estar “en medio de ellos” (Mateo 18: 20).
f.
Aquel
día en Capernaum, la casa de Pedro se transformó en la “casa de Dios”. Y estos
cuatro amigos lo sabían. Había mucha gente al interior y alrededor de esa casa,
pero los ojos del Señor se posaron en este grupo de amigos. Muchos curiosos
habían llegado a escuchar a Jesús; también había allí escribas y fariseos para
tentar y probar al Señor; quizás también había otros enfermos, pero los elogios
de Jesús se dirigieron a la fe del paralítico y de sus amigos. Ellos, a
diferencia del resto de la muchedumbre, habían entendido que estaban en la
presencia de Dios. Habían caminado con reverencia en la “casa de Dios”.
g.
Esta
ley también fue obedecida por los amigos del paralítico.
7mo. Conservar una canción en el
corazón.
a.
Leamos
Lucas 5: 25, 26.
b.
Cuando
un conquistador tiene una canción en el corazón se nota en su rostro. La alegría,
el buen ánimo y la buena disposición son parte de su diario vivir.
c.
Leamos
Efesios 5: 18-20. La vida de un conquistador “hace música por medio de su
sonrisa, del tono de su voz, la posición de su boca, de su porte, de su manera
de hablar, de sentarse, de correr, de comer, de pensar, de jugar, etc. ¡Los
jóvenes y las chicas que tienen una canción den el corazón son jóvenes que
están vivos!” (D. A. Delafield, Por la
gracia de Dios, p. 165).
d.
Conservar
una canción en el corazón nos ayuda a mantener un espíritu alegre mientras
realizamos nuestros deberes. Por ejemplo, se dice de un joven llamado Baruc,
quien ayudó en la restauración de los muros de Jerusalén, que trabajaba “con
todo fervor” (Nehemías 3: 20).
e.
El
paralítico “oyó hablar de las obras maravillosas de Jesús. Le
contaron que otros tan pecaminosos e imposibilitados como él habían quedado
sanos; aun leprosos habían sido limpiados. Y los amigos que le referían estas
cosas, le animaban a creer que él también podría ser curado, si lo pudieran
llevar a Jesús”
(Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 232).
f.
Este
mismo espíritu alegre lo encontramos en el paralítico quien “se fue a su casa,
glorificando a Dios” (Lucas 5: 25) y en aquellos que vieron el milagro cuando
el paralítico caminó otra vez. “Todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a
Dios” (Lucas 5: 26).
g.
Hacer
las cosas alegremente es sinónimo de que tenemos una canción alegre en el
corazón. Esta ley también fue cumplida por los amigos del paralítico, por el
paralítico mismo y por todos los que fueron testigos del milagro.
8vo. Ir donde Dios mande.
a.
Lemos
Isaías 6: 8.
b.
Sin
lugar a dudas, los amigos consideraban su misión como el cumplimiento de la
voluntad de Dios en la vida del paralítico. Como buenos judíos, entendían que
su trabajo, por humilde que pareciera, era trabajo para Dios.
c.
Un
conquistador fiel siempre estará en el lugar en donde pueda ser de utilidad
para la obra de Dios, pues Dios dirige su vida y sus acciones.
d.
En
este respecto, debemos entender que aquellos amigos, al conducir al sufriente
paralítico a los pies del Maestro, estaban haciendo la obra más noble en la que
los hombres se han ocupado, es decir, la salvación de las almas.
e.
Elena
G. de White nos asegura: “Podremos llevar centenares y miles de niños a Cristo
si trabajamos por ellos” (Elena G. de White, Consejos para los maestros, p. 164).
f.
Los
cuatro amigos del paralítico estuvieron dispuestos a ir hacia donde el Señor
les enviase. En este punto también cumplieron la ley del conquistador.
Conclusión y llamado.
1.
Todo
conquistador debe ser fiel en el cumplimiento de su ministerio como miembro de
su Club.
2.
El
cumplimiento de la ley del conquistador provee de la oportunidad de desarrollar
la fidelidad de todo conquistador.
3.
Así
como los cuatro amigos del paralítico fueron “conquistadores” fieles, todo
conquistador y conquistadora de los Clubes que hoy funcionan en nuestra ciudad
pueden llegar a ser conquistadores fieles por la gracia de Dios.
4.
¿Alguno
de los presentes desea ser un conquistador fiel?
5.
Oremos.
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