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viernes, 13 de septiembre de 2019

Sermón Día del Conquistador - 2019


Cuatro “conquistadores” fieles
G. M. Víctor A. Jofré Araya
Capellán - Club de Conquistadores "Lutero Warren"
Iglesia Adventista Central de Copiapó - Chile



Texto clave: Marcos 2: 1 – 12 (cf. Mateo 9: 1 – 8; Lucas 5: 17 – 26)

Introducción.

  1.   Hoy estamos celebrando el Día del Conquistador (explicar en qué consiste y qué actividades se realizan).
  2.   Se espera de cada conquistador que sea fiel.
  3.   ¿Cuáles creen Uds. que sean algunas cualidades de un fiel conquistador? (escuchar opiniones)
  4.   Por diversas que sean nuestras opiniones al respecto, la realidad es que estas “cualidades” se encuentran contenidas en la Ley del Conquistador (repetir de memoria, leer, mostrar, proyectar, pedir que alguien las diga de memoria, etc.).
  5.   “La Ley del Conquistador, con sus ocho partes, es una afirmación de los blancos cristianos que queremos que rijan nuestras vidas” (D. A. Delafield, Por la gracia de Dios, p. 61).
  6.   Hoy, veremos en la experiencia de cuatro personas cómo podemos poner en práctica la Ley del Conquistador y de esa manera llegar a ser fieles conquistadores.

Desarrollo.

  1.   Leamos Marcos 2: 1 – 12.
  2.   La historia nos cuenta de vinieron a Jesús “unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro” (Marcos 2: 3). Los “unos” eran seguramente líderes del pueblo o ancianos, personas respetadas por la comunidad, que habían solicitado, junto con el paralítico, a “cuatro” amigos del paralítico que le cargaran para llevarlo a ver a Jesús.
  3.   Estos cuatro amigos nos van a enseñar cómo ser fieles conquistadores llevando a la práctica la Ley del Conquistador. Comencemos:

1ro. Observar la Devoción Matutina.
a.    Leamos Marcos 2: 2 y Lucas 5: 17.
b.   Según estos textos, Jesús estaba en Capernaum en la casa de Pedro enseñando (Lucas 5: 17) y predicando la palabra (Marcos 2: 2).
c.    Los cuatro amigos estaban entre los que habían oído que Jesús estaba en la cuidad (Marcos 2: 1) y su primera intención fue de ir a escuchar las palabras y las enseñanzas de Jesús.
d.   Desde temprano se dispusieron para ir a aprender de Jesús. Querían aprender de él e hicieron todo lo posible y necesario para ir a la presencia del Maestro. No hubo obstáculos que les impidieran escuchar las enseñanzas del Hijo de Dios.
e.    Así también todo fiel conquistador debe buscar a Jesús desde temprano a través de la Devoción Matutina.
f.     Abraham Lincoln se refirió a las Escrituras: “Es el mejor don que Dios concedió jamás a los hombres”.
g.    La Devoción Matutina consiste en apartar un momento del día (ojalá en las primeras horas de la mañana) para orar, estudiar y meditar en la Palabra de Dios. Puede ser a través de la lectura del capítulo de Reavivados por su Palabra, de la Matutina, de la lección de la Escuela Sabática, de algún capítulo seleccionado del espíritu de profecía o de otra lectura denominacional.
h.   Leyendo las Escrituras nos damos cuenta que todos los verdaderos seguidores de Dios, es decir, todos los verdaderos “fieles conquistadores” fueron siempre observadores de la devoción matutina.
i.     El Señor por medio de las Escrituras nos exhorta: “Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas” (Josué 1:8, Traducción en Lenguaje Actual).
j.     Y también: “¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche” (Salmo 92: 1, 2, Nueva Versión Internacional).
k.   También el espíritu de profecía nos señala: “Debe leerse la Biblia cada día. Una vida de religión, de devoción a Dios, es el mejor escudo para los jóvenes que están expuestos a las tentaciones […] El estudio diario de las preciosas palabras de vida halladas en la Biblia fortalece el intelecto y nos permiten conocer las obras grandiosas y gloriosas de Dios en la naturaleza” (Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, tomo 3, pp. 217 y 413).
l.     Sin duda estos cuatro amigos cumplieron la primera ley del conquistador. Pero también cumplieron las demás. Sigamos.

2do. Cumplir fielmente con la parte que me corresponde.
a.    Leamos Marcos 2: 3, 4 y Lucas 5: 18, 19.
b.   La misión de los cuatro amigos fue cargar la camilla del paralítico para llevarlo a la presencia de Jesús.
c.    Cuando los líderes del pueblo y el mismo paralítico le pidieron a estos cuatro jóvenes que cargaran a su amigo, ellos lo hicieron sin cuestionamientos.
d.   Además estuvieron dispuestos a todo para cumplir con fidelidad la tarea encomendada. Le llevaron a la casa, intentaron entrar, le subieron al techo (por una escalinata exterior), hicieron una abertura, hasta que finalmente “le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús” (Lucas 5: 17).
e.    En su afán de cumplir fielmente con la parte que les tocaba, sin dudas buscaron las mejores cuerdas e hicieron los mejores nudos y amarras, usando todo su vigor físico, para lograr su objetivo. Pusieron a disposición sus dones en la realización de la tarea encomendada.
f.     El anciano Pablo le aconsejó a su joven discípulo Timoteo: “Que nadie te menosprecie por ser joven” (1 Timoteo 4: 12, Nueva Versión Internacional). Ser niño o ser un joven inexperto en algunas cosas no es excusa para hacer las cosas bien. No importa la edad ni la experiencia, todo lo que un conquistador haga debe hacerlo con fidelidad.
g.    Elena G. de White escribió: “La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en los más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de para de la justicia, aunque se desplomen los cielos” (Elena G. de White, La Educación, p. 54).
h.   “Nuestra oración cotidiana debería ser: ‘Señor, ayúdame a hacer lo mejor que pueda. Enséñame a hacer mejor mi trabajo. Dame energía y alegría. Ayúdame a compartir en mi servicio el amante ministerio del Salvador’” (Elena G. de White, El ministerio de curación, p. 376).
i.     Cuando el almirante Nelson dispuso sus navíos en la batalla de Trafalgar, animó a sus soldados, diciéndoles: “¡Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber!” Inspirados por estas palabras, los marinos británicos combatieron valerosamente contra el enemigo y salieron victoriosos.
j.     Estos cuatro “conquistadores” fieles, así como los soldados británicos, cumplieron la segunda ley.

3ro. Cuidar mi cuerpo.
a.    Leamos Lucas 5: 17.
b.   El texto dice que ese día en la casa de Pedro en Capernaum la gente buscó a Jesús porque “el poder del Señor estaba con él para sanar”.
c.    Los cuatro amigos estaban preocupados por la salud de su amigo. Sabían que Jesús podía sanar su cuerpo y su espíritu.
d.   Todo conquistador fiel debe cuidar su cuerpo como templo del Espíritu Santo y pedir ayuda al Cielo para restaurar la salud física, emocional y espiritual. El apóstol Juan lo dice en 3 Juan 2 (leer).
e.    Gracias a sus amigos y al poder del Señor, “el paralítico encontró en Cristo curación para su alma y para su cuerpo. Antes de poder la enfermedad física, Cristo tenía que infundir alivio al espíritu y limpiar el alma de pecado” (Elena G. de White, El Ministerio de Curación, p. 52).
f.     Lamentablemente, el paralítico estaba lisiado debido a su vida desordenada. Pero el Señor estuvo dispuesto a perdonar sus pecados y también restaurar su salud. De no ser por sus amigos, el pobre paralítico no hubiese podido obtener la sanidad del cuerpo y del alma.
g.    Esta ley también fue cumplida por estos “conquistadores” fieles.

4to. Tener una conciencia limpia.
a.    Leamos Marcos 2: 5; Mateo 9: 2 y Lucas 5: 20.
b.   Los tres evangelistas coinciden en que Jesús sanó al paralítico al “ver la fe” de sus amigos. Pero no solo la de ellos, sino también la de los líderes del pueblo y la fe del paralitico también.
c.    La fe es certeza y seguridad de que las promesas del Señor se cumplirán. La fe se obtiene de conocer al Salvador y de estar en paz con él.
d.   Ellos llegaron a la presencia del Maestro con libre conciencia, con su “conciencia limpia”; libres de sentimientos de culpa y de remordimiento. La fe en Cristo les había liberado de malos sentimientos y pensamientos y ahora podían ver a Jesús con una mirada franca.
e.    Estos cuatro “conquistadores” deseaban que su amigo tuviera esa misma calma en su alma.
f.     Dice el espíritu de profecía: “El Salvador miró el rostro entristecido, y vio los ojos suplicantes que se clavaban en él. Comprendía el caso; había atraído a sí este espíritu perplejo y combatido por la duda. Mientras el paralítico estaba todavía en su casa, el Salvador había convencido su conciencia. Cuando se arrepintió de sus pecados y creyó en el poder de Jesús para sanarle, la misericordia vivificadora del Salvador había bendecido primero su corazón anhelante” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 233, 234).
g.    El apóstol Pablo indica en Hechos 24: 16 que procuraba conservar siempre limpia su conciencia delante de Dios y de los hombres. Los fieles conquistadores deberían tener el mismo deseo delante de sus líderes, de sus compañeros de Unidad y delante del Señor Jesús.
h.   En este sentido, nuevamente, los cuatro amigos fueron fieles en cumplir la ley del conquistador.

5to. Ser cortés y obediente.
a.    “La cortesía es la embajadora de un corazón lleno de amor que sale en busca de amigos” (D. A. Delafield, Por la gracia de Dios, p. 136).
b.   Ser cortés implica ser una persona atenta y afable. La cortesía es un acto que se demuestra en atención y amabilidad. Es un comportamiento de solidaridad y respeto de un individuo hacia el otro.
c.    Una persona cortés cumple con la Regla de Oro: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7: 12, Versión Reina-Valera 1960).
d.   Aquí no hay mucha discusión. Los cuatro amigos fueron atentos, amables, solidarios y respetuosos con su amigo enfermo. Empatizaron con su situación desesperada y le prestaron toda la ayuda que el paralítico necesitaba en su búsqueda de sanidad.
e.    El espíritu de profecía afirma que la cortesía y la delicadeza pueden ganar almas para Cristo: “Si nos humilláramos delante de Dios y fuéramos bondadosos, corteses, compasivos y tiernos de corazón, habría cien conversiones donde ahora hay una” (Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 189).
f.     La cortesía es sinónimo de respeto y amabilidad. De igual forma, los cuatro amigos del paralítico fueron obedientes. Obedecieron a sus líderes que le indicaron cargar el cuerpo de su amigo hasta llevarlo a la presencia del Salvador. También fueron obedientes con su amigo. El espíritu de profecía indica que el paralítico “rogó a sus amigos que le llevasen en su camilla hasta Jesús, y con gusto ellos intentaron hacerlo”. De igual manera, “por su indicación [del paralítico], sus amigos le llevaron al techo de la casa, y abriendo un boquete en el techo, le bajaron a los pies de Jesús” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 232).
g.    Siendo corteses y obedientes con su amigo, los cuatro “conquistadores” fieles también cumplieron la ley del conquistador.

6to. Andar con reverencia en la casa de Dios.
a.    Leamos Lucas 5: 18, 19.
b.   Siempre será un privilegio para todo conquistador estar en la casa de Dios.
c.    El salmista se alegraba con aquellos que decían “a la casa de Jehová iremos” (Salmos 122: 1).
d.   Los cuatro “conquistadores” fieles consideraban un gran honor, un privilegio, estar en la presencia del Salvador. Deseaban estar con su Maestro y llevar a su amigo “delante de Jesús” (Lucas 5: 19).
e.    Allí donde esté el Señor será un lugar sagrado (cf. Éxodo 3: 1-5; Josué 5: 13-15) y allí donde estén dos o tres congregados en su nombre, el Señor promete estar “en medio de ellos” (Mateo 18: 20).
f.     Aquel día en Capernaum, la casa de Pedro se transformó en la “casa de Dios”. Y estos cuatro amigos lo sabían. Había mucha gente al interior y alrededor de esa casa, pero los ojos del Señor se posaron en este grupo de amigos. Muchos curiosos habían llegado a escuchar a Jesús; también había allí escribas y fariseos para tentar y probar al Señor; quizás también había otros enfermos, pero los elogios de Jesús se dirigieron a la fe del paralítico y de sus amigos. Ellos, a diferencia del resto de la muchedumbre, habían entendido que estaban en la presencia de Dios. Habían caminado con reverencia en la “casa de Dios”.
g.    Esta ley también fue obedecida por los amigos del paralítico.

7mo. Conservar una canción en el corazón.
a.    Leamos Lucas 5: 25, 26.
b.   Cuando un conquistador tiene una canción en el corazón se nota en su rostro. La alegría, el buen ánimo y la buena disposición son parte de su diario vivir.
c.    Leamos Efesios 5: 18-20. La vida de un conquistador “hace música por medio de su sonrisa, del tono de su voz, la posición de su boca, de su porte, de su manera de hablar, de sentarse, de correr, de comer, de pensar, de jugar, etc. ¡Los jóvenes y las chicas que tienen una canción den el corazón son jóvenes que están vivos!” (D. A. Delafield, Por la gracia de Dios, p. 165).
d.   Conservar una canción en el corazón nos ayuda a mantener un espíritu alegre mientras realizamos nuestros deberes. Por ejemplo, se dice de un joven llamado Baruc, quien ayudó en la restauración de los muros de Jerusalén, que trabajaba “con todo fervor” (Nehemías 3: 20).
e.    El paralítico “oyó hablar de las obras maravillosas de Jesús. Le contaron que otros tan pecaminosos e imposibilitados como él habían quedado sanos; aun leprosos habían sido limpiados. Y los amigos que le referían estas cosas, le animaban a creer que él también podría ser curado, si lo pudieran llevar a Jesús” (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 232).
f.     Este mismo espíritu alegre lo encontramos en el paralítico quien “se fue a su casa, glorificando a Dios” (Lucas 5: 25) y en aquellos que vieron el milagro cuando el paralítico caminó otra vez. “Todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios” (Lucas 5: 26).
g.    Hacer las cosas alegremente es sinónimo de que tenemos una canción alegre en el corazón. Esta ley también fue cumplida por los amigos del paralítico, por el paralítico mismo y por todos los que fueron testigos del milagro.

8vo. Ir donde Dios mande.
a.    Lemos Isaías 6: 8.
b.   Sin lugar a dudas, los amigos consideraban su misión como el cumplimiento de la voluntad de Dios en la vida del paralítico. Como buenos judíos, entendían que su trabajo, por humilde que pareciera, era trabajo para Dios.
c.    Un conquistador fiel siempre estará en el lugar en donde pueda ser de utilidad para la obra de Dios, pues Dios dirige su vida y sus acciones.
d.   En este respecto, debemos entender que aquellos amigos, al conducir al sufriente paralítico a los pies del Maestro, estaban haciendo la obra más noble en la que los hombres se han ocupado, es decir, la salvación de las almas.
e.    Elena G. de White nos asegura: “Podremos llevar centenares y miles de niños a Cristo si trabajamos por ellos” (Elena G. de White, Consejos para los maestros, p. 164).
f.     Los cuatro amigos del paralítico estuvieron dispuestos a ir hacia donde el Señor les enviase. En este punto también cumplieron la ley del conquistador.

Conclusión y llamado.

1.   Todo conquistador debe ser fiel en el cumplimiento de su ministerio como miembro de su Club.
2.   El cumplimiento de la ley del conquistador provee de la oportunidad de desarrollar la fidelidad de todo conquistador.
3.   Así como los cuatro amigos del paralítico fueron “conquistadores” fieles, todo conquistador y conquistadora de los Clubes que hoy funcionan en nuestra ciudad pueden llegar a ser conquistadores fieles por la gracia de Dios.
4.   ¿Alguno de los presentes desea ser un conquistador fiel?
5.   Oremos.

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